• Observar, analizar, interpretar la funcionalidad del niño, mediante razonamiento clínico.
• Identificar los problemas principales en la capacidad de funcionamiento del niño.
• Establecer objetivos consensuados con la familia y/o el niño.
• Empleo de estrategias terapéuticas para la optimización de la función.
• Programa de entrenamiento a la familia: pautas de manejo, análisis del entorno y las actividades.
• Proporcionar pautas de manejo para otros profesionales.
• Tratamiento mediante sesiones individuales y adaptado a las necesidades propias de cada niño, familia y entorno.
“OPTIMA PARTICIPACION ACTIVA”
“No enseñamos movimientos, hacemos que sean posibles” (Bobath 1981)